Imagina la escena: el bullicio del puerto de Bissau al amanecer, las lanchas listas para zarpar hacia las Bijagós y, de pronto, una silueta inmóvil en la orilla fangosa. Sus ojos apenas sobresalen del agua, su piel se confunde con el barro… es un cocodrilo, uno de los grandes guardianes del estuario del río Geba.
Aunque…
